Luego de la asunción de los nuevos jefes policiales, Miguel Leguizamon como titular y Walter Aceval como segundo, el gobernador Gustavo Valdes dio detalles de los cambios que se implementarán en la fuerza policial, como eje en el caso Loan Peña.
El comportamiento del comisario Maciel, detenido (por ahora) por encubrimiento, demostró una línea de acciones dentro de la fuerza que no se condice con los paradigmas establecidos para con la sociedad, destinataria del resguardo y protección ante el embate de la delincuencia.
Y fue ese punto el que remarcó Gustavo Valdés una vez concluido el acto, ante la prensa, en el que habló de modificaciones concretas. “Uno de esos cambios implica que ningún jefe de comisaría puede tener manchas en su legajo, debiendo brindar seguridad a los ciudadanos” especificó el mandatario.
Apuntando a la situación generada, el mandatario fue claro al afirmar que “no nos puede ocurrir lo que ocurrió, con una persona que tenga estos antecedentes y esté al frente de una comisaría”.
Incluso remarcó: “Por eso digo que hay responsabilidad”.
La salida de Buenaventura Duarte del ministerio de Seguridad fue el anticipo, y así Gustavo Valdes avanzó con determinaciones contundentes en el esquema policial, que tenía desde hace unos meses un estado de quietud en las decisiones internas y de cumplimiento de las reglamentaciones.
Es que en ese estado de estancamiento de las acciones para con la sociedad, la falla fue evidente desde la línea de mando ministerial. Esto se demuestra a diario en las quejas ciudadanas de las que los medios lo reflejan permanentemente.
El comportamiento del comisario Maciel, en el marco del caso Loan y de otras situaciones que lo involucran como las acusaciones de abuso durante su destino laboral en Monte Caseros, más otras denuncias similares; además de otras situaciones que se encuentran en el marco de asuntos internos y del poder judicial.
Con Alfredo Vallejos, un dirigente de la confianza plena del Gobernador y ahora con los nuevos jefes, la gestión provincial avanza con determinaciones concretas para encauzar la política en la fuerza.