El caso de un niño de 12 años cuya madre exigió el alta voluntaria de su hijo que se encontraba internado en el Pediátrico y que fue negada por la Justicia a pedido de los médicos, completó la primera parte de su internación y recibió el alta médica, no obstante su tratamiento por las adicciones continuará.
Susana Escobar, titular del área de Salud Mental del Hospital “Juan Pablo II”, explicó que la Justicia determinó que permaneciera en el lugar por las consecuencias del consumo de estupefacientes. “Cuando hay una situación de riesgo inminente para la salud, estamos obligados a gestionar una internación involuntaria”. Resaltó que “los padres no eran conscientes de esta situación de riesgo por lo que se hizo el pedido a la Justicia” de que se mantuviera en internación al menor en el área especializada. Contó que el chico “pasaba mucho en la calle, con consumo de sustancias, su salud estaba muy deteriorada y había otros condimentos, entonces se tenía que quedar y hacer el tratamiento”.
Aclaró además que la internación se hace en última instancia y que antes se analiza la situación y se define un tratamiento ambulatorio. Recordó que en este caso, “se indicó la internación, hubo mucha resistencia, le explicamos por qué debía quedarse y detectamos que no había responsabilidad parental, ni escolarización”, entre otros detalles.