Mas del 70% de los consultados por una encuesta realizada por El Observatorio de Psicología Social de la Universidad de Buenos Aires afirma que los problemas económicos afectan en gran medida a su salud mental.
El estudio midió lo que llamó “Termómetro psicosocial y económico” y como dato de gran valor psicológico extrajo que el 72% de los encuestados se siente afectado.
Hace hincapié el informe acerca de una marcada polarización en la percepción de los problemas del país y el estado de ánimo de la población.
Entre los temas más mencionados se encuentran la corrupción, la inseguridad y la inflación, aunque las opiniones varían significativamente según la preferencia política de los encuestados.
Así, los votantes de Javier Milei tienden a tener una visión más optimista, mientras que los de Sergio Massa reportan una mayor incidencia de sentimientos negativos como la angustia y la tristeza.
De este modo, aparece una vez más la profunda grieta multidimensional (cognitiva, ideológica, de cosmovisión socio-política y emocional) que viene caracterizando a la sociedad argentina desde hace dos décadas.
Los representantes polares de la grieta han ido mutando desde el 2000 en adelante, desde kirchnerismo-antikirchnerismo, kirchnerismo-macrismo, mileísmo-antimileísmo, pero lamentablemente la grieta sigue y se ha cristalizado y exacerbado en los distintos estratos sociales.