El Xeneize y el Peixe abrieron la segunda semifinal de la Copa Libertadores en el Alberto J. Armando con empate en cero. Un partido sin muchas luces y chances que se definirá la próxima semana en Vila Belmiro. Marinho y Tévez fueron los más destacados de la tarde porteña.

Después del superclásico, Boca volvió a la Bombera para afrontar la ida de la semifinal de la Copa Libertadores de América. Ambos equipos no mostraron su mejor versión, la que los llevó a eliminar a Racing y Gremio, y aburrieron a más de uno. Los dirigidos por Miguel Ángel Russo no pudieron ser dominadores del juego y los de Cuca apostaron a la contra aunque sin demasiadas ideas.

Carlos Tévez fue lo más destacado de un Boca ineficaz y carente de ideas, que sintió el cansancio de Sebastián Villa y las lagunas de Eduardo Salvio. No tuvo llegada con los laterales, ocupados en marcar a los extremos Lucas Braga y Marinho, los más destacados en la formación Peixe.

Los cambios de Russo no surgieron efecto, más allá de las pinceladas de Edwin Cardona. Ábila no gravitó y Buffarini ingresó para acomodar el medio y correr al correntino Leonardo Jara al mediocampo para respaldar a un solitario Nicolás Capaldo, tras la salida de Diego González. Cuca intentó con la frescura de sus relevos pero con el correr de los minutos el empate lo cautivó y le cedió campo y posesión al local.

El cero en el marcador deja abierta la llave, que se definirá en el Estadio Vila Belmiro el próximo miércoles. Cabe destacar que Santos no disputa la final desde 2011, cuando fue campeón con Neymar como figura, mientras que Boca buscará una nueva final para lograr la ansiada séptima estrella libertadora en el continente.

La imagen pertenece al fotógrafo Mauro Alfieri.