El entrenador habló luego de ser destituido por arreglar su llegada al Real Madrid después del Mundial.

En 24 horas, la vida de Julen Lopetegui cambió. “Estoy muy triste”, confesó el español a las corridas, tras abandonar la concentración del seleccionado que hasta hace unas horas él dirigía, y antes de subirse a un avión que lo devolverá a España.

Su España invicta en el camino hacia Rusia 2018 aparecía el martes en la lista de los grandes candidatos a ganar el Mundial. Pero él, antes del debut, ya tenía trabajo como entrenador de Real Madrid, el campeón de Europa, apenas terminara su experiencia mundialista. Y este miércoles, a dos días del debut ante Portugal, la Real Federación Española de Fútbol lo despidió por su arreglo con el club merengue a espaldas de los dirigentes.

Lopetegui es el padre de la criatura que este viernes, a las 15, iniciará su camino en Sochi. Y por eso, pese al dolor y la desilusión, mantiene su esperanza en España. “Estoy muy triste, pero deseando que juguemos un magnífico Mundial y ganemos”, postuló en el aeropuerto de Krasnodar, donde lo esperaba la prensa.

Con su rostro serio y una mirada ocultada detrás de unos anteojos de sol, Lopetegui enfrentó al grupo de periodistas. Fue su primer contacto, pese a que la RFEF había anunciado tanto su presencia como la de su presidente en la conferencia de prensa de este miércoles. Sin embargo, allí solo estuvo Luis Rubiales.

“Tenemos un equipo magnífico y ojalá ganemos el Mundial”, remarcó el ahora exseleccionador de España. Fue lo último que expresó antes de tomar el vuelo que lo llevaría a Moscú y desde allí a Madrid. Se espera que entonces vuelva a hablar.

 

Mientras Lopetegui embarcaba, quien tomaba su lugar en Krasnodar era Fernando Hierro, su reemplazante en Rusia, quien tuvo palabras de afecto hacia él. “Mi gran admiración y cariño por Julen, por todo el trabajo que ha realizado, y le deseo todo lo mejor en su nueva andadura”, comentó.

 

CLARIN