El delantero correntino cumple su primer año en el equipo de aquella ciudad del norte de Brasil. El COVID-19 hizo estragos allí aunque ahora está bajando el número de casos. Además, habló de fútbol, le gustaría quedarse unos años más y recordó el doloroso momento del descenso de River Plate.

El delantero nacido hace 28 años en Caá Catí habló desde Brasil con ‘De Regreso’ (La Red Corrientes 107.1 MHZ) para contar la realidad que atraviesa en uno de los países más complicados del mundo por el COVID-19.  

“Hace un mes que empezamos a entrenar con todo el protocolo que se requiere, haciendo exámenes todos los viernes y por suerte solamente dos jugadores dieron positivo la semana pasada”. Por suerte ya están aislados y no están entrenando”, expresó Daniel Villalva quien se desempeña en el Goiás.

“En general, el cuidado que tomó cada jugador fue muy bueno, entonces eso también hizo que podamos entrenar normalmente. En las primeras semanas entrenábamos en grupos de a cuatro, y esta semana recién empezamos a entrenar con el equipo completo para hacer reducido o fútbol porque el torneo va a arrancar el 8 de agosto”, agregó el ‘Keko’, quien alertó que está “contento por ese lado pero también con miedo porque Brasil es un país donde está todo complicado con la Pandemia, y en este último tiempo Goiás se complicó. En lo personal hago de casa al entrenamiento y del entrenamiento a casa. Obviamente con miedo de salir a hacer las compras porque acá se puso más complicado”.

Ese temor no se esconde: “el miedo está, lo planteamos a los dirigentes y nos dijeron que iban a tomar todas las precauciones para que estemos tranquilos y seguros a la hora de viajar, de ir a un hotel. Eso nos hizo estar tranquilos pero el miedo y la preocupación está pero los dirigentes todo el tiempo están en reuniones con la gente de la Federación, y nos transmiten su seguridad y la tranquilidad que no vamos a tener ningún riesgo a la hora de viajar para jugar en la competencia oficial”.

Luego de aceptar que la cuarentena “Se hizo complicada pero por suerte tengo a mi novia que me hablaba para que no me desanime”, habló de la situación que se vive en Goiás, en el norte de Brasil “el Gobernador, dijo era algo que iba a pasar rápido entonces solo cerraron los restaurantes. La gente iba al parque todos los fines de semana, no se tomaban todas las precauciones que se tenían que tomar y después los casos fueron aumentando, los de muertos también, y ahí el Gobernador se preocupó y cerró todo. Hoy está todo cerrado, el equipo está entrenando fuera de Goias, en un lugar llamado Trinidad porque el Gobernador no autorizó el entrenamiento. En esta última semana han bajado los casos de COVID-19”.

Ya metido en el fútbol de aquel país, confesó que “me gusta, jugué dos o tres meses antes que pase esto y me sentí muy cómodo con el club, la gente, el fútbol brasilero me encanta. Tengo contrato hasta diciembre y con todo esto que pasó no sé cómo se va a solucionar mi tema. Mi idea es tratar de seguir unos años más acá”.

Y en el tramo final se le consultó sobre el descenso y el ascenso que le tocó vivir con River. ‘Keko’ confesó que “es un recuerdo triste pero por suerte me quedé en el club y al año volvimos. Son recuerdos, si voy al día que perdimos la categoría me sentí muy mal porque el único partido que jugué en esa temporada fue contra Belgrano. Me hubiese gustado estar más en el torneo y haber podido ayudar al equipo en el torneo y no en ese partido que me llamó JJ (López), estaban volviendo de Córdoba, y me dijo ‘vení que vamos a concentrar en tal lugar, tenés chances de jugar’. Fue un golpe duro, no me tuvo en cuenta en todo el torneo y después fui su primer cambio en el partido más jodido. Me dolió pero también era profesional y estaba a disposición del entrenador”.

Pero también “el regreso fue algo hermoso, complicadísimo porque pasamos por varias etapas y haber vuelto a primera, regresarle a River a donde merecía, fue algo hermoso y una espina que me saqué por haber perdido la categoría”.