Aerolíneas Argentinas tiene, hoy, un gasto en salarios equivalente a 1.000 millones de pesos. Esa fue la cifra que utilizó el presidente Mauricio Macri al fustigar a los gremios aeronáuticos que este jueves paralizaron vuelos para reclamar por las paritarias salariales.

“Hoy el salario promedio de un trabajador de Aerolíneas supera los 80.000 pesos por mes”, dijeron voceros de la empresa. La cifra es un promedio, desde ya: es alta para los maleteros con remuneraciones mucho más bajas, y a la vez, es muy inferior a lo que cobran muchos de los pilotos.

Hasta el momento, el Gobierno giró a la empresa el equivalente a 185 millones de dólares en subsidios y, según voceros de la compañía, es probable que antes de que termine el año la cifra total de subsidios se ubique cerca de los US$ 200 millones o 7.000 millones de pesos. El presidente de Aerolíneas, Luis Malvido, ya había anticipado a Clarín que los subsidios que la empresa está pidiendo al Tesoro “serán al menos iguales a los del año pasado”. En 2017, Aerolíneas y Austral recibieron del Tesoro desembolsos por el equivalente a US$ 183 millones.

La cifra de subsidios es hoy bastante inferior a lo que Aerolíneas y Austral recibieron durante los siete años y medio en que fueron gestionadas por el gobierno anterior. Durante aquel período, los subsidios oscilaron entre 500 y 900 millones de dólares por año. Pero aun así, Macri insistió en que Aerolíneas y Austral deben ser “autosustentables”.

 

“Para nada, Malvido no es Isela. Acá hay diálogo y un consenso político previo con el Gobierno”, aseguraron fuentes de la empresa. Se referían a Isela Costantini, la primera presidenta de Aerolíneas designada por el titular de Transporte, Guillermo Dietrich.

Costantini, ex titular de la General Motors Argentina, tuvo durante el año que duró su gestión un estilo de conducción autónomo, que fue elogiado por los gremios aeronáuticos pero, a posteriori, fue duramente criticado desde el Gobierno. En diciembre de 2016, a menos de cumplirse un año de haber asumido, Costantini fue desplazada y su reemplazante fue Mario Dell’Aqua, un ex directivo de Techint que se alejó este año para hacerse cargo de la también estatal Enarsa. Fue reemplazado por Malvido, también proveniente del sector privado.

Malvido no se anduvo con vueltas: en su primer mes de gestión convocó a los gremios aeronáuticos y les planteó que debían bajar una serie de “privilegios” incorporados en sus convenios colectivos de trabajo, como condición previa para avanzar en el plan de renovación de la flota. Con esa misma lógica es que ahora está encarando la paritaria salarial, que venció el 30 de septiembre y sobre la cual todavía no hay avances concretos. Ese fue el motivo al cual apelaron los gremios para hacer la medida de fuerza.

¿Cómo sigue el tema de los subsidios para 2019? El proyecto de Ley de Presupuesto enviado al Congreso estima para Aerolíneas y Austral que el Tesoro le gire el equivalente a unos 60 millones de dólares, pero en la empresa dan por sentado que el déficit del año que viene será mucho más abultado que esa cifra.

“Es probable que el año que viene tengamos un rojo similar al de este año”, dijeron. “Pero eso no significa que el Gobierno nos tenga que girar la totalidad de las pérdidas, la idea es apelar a otras fuentes de ingresos?”. En la primera línea de esos “ingresos extraordinarios” está la venta de algunos inmuebles, que ya salieron a remate: las ex oficinas en el edificio de Bouchard al 500 y un predio ubicado sobre la autopista Ricchieri. “También es probable que los ingresos de la empresa tengan una mejora, es algo que se irá viendo. Tengamos en cuenta que cada vez que el barril de petróleo sube un dólar, a nosotros se nos incrementan los gastos mensuales en seis millones de dólares”, agregaron las fuentes.

 

CLARIN