"El Juez de Instrucción, Roberto Ponce, que conducía borracho, con nada menos que 3 g/l de alcohol en sangre (6 veces el máximo tolerado), pone de manifiesto la urgente necesidad de legislar los Delitos contra la Seguridad Vial a nivel nacional, en particular el de la conducción con exceso notable de alcohol, antes de que potenciales homicidas del tránsito, como éste, lleguen a matar", indicaron desde la ONG Luchemos Por La Vida, en una carta difundida y firmada por su presidente Alberto Silveira.

 

"La conducción con muy alta concentración de alcohol implica un peligro tan grande para la vida de los terceros, que debe ser sancionada con la máxima expresión de la repulsa social, convirtiéndolo en un delito", piden desde la organización y recuerdan que esta propuesta ya fue presentada "en dos oportunidades a los legisladores", pero que los mismos "ni siquiera se molestaron en tratar".

 

El delito propuesto consiste en "penar con prisión e inhabilitación especial para conducir automotores a quien condujere cualquier tipo de vehículo automotor con una tasa de alcohol en sangre superior a 1 gramo por litro".

 

Este tipo de modelo de penas para conductores que manejan con alcohol excesivo en sangre se aplican en otros países, como España, donde se estima que su implementación significó una contribución muy importante a la reducción de las muertes en esa nación.

 

"Estamos hablando de 'delitos', y no de una simple infracción o contravención, de las cuales la experiencia cotidiana muestra que es fácil escapar con total impunidad", manifiestan desde Luchemos por la Vida.

 

"Transformar esta conducta de altísimo riesgo para las vidas de todos en un delito, en todo el territorio nacional, y que puede significar al responsable la pérdida de su libertad, transformándose en un simple 'delincuente', con la condena social que ello implica, será un avance imprescindible para salvar muchas vidas, que debemos incorporar con urgencia a nuestra legislación penal", cierra el comunicado.