Los Spurs, sin Gregg Popovich en el banco luego del fallecimiento de su esposa el miércoles, cayeron 97-110 en San Antonio ante los Warriors y quedaron al borde de la eliminación en los playoffs de la NBA.

Los texanos perdieron sus dos primeros partidos en la cancha de Golden State y, con 0-3 en la serie, están a un encuentro de decir adiós a la postemporada. Además, ese próximo juego podría significar nada menos que el último de Emanuel Ginóbili como jugador NBA.

Los locales se mantuvieron en partido hasta el descanso, cuando solo caían por seis puntos, pero a partir del tercer cuarto los visitantes aceleraron y los Spurs, con un equipo repleto de veteranos, no pudieron seguirlos. La diferencia, una vez más, volvió a ser la cantidad de recursos ofensivos con los que cuenta uno y otro equipo.

Y eso que los Warriors no han podido contar para esta serie con su base estrella Stephen Curry, por lesión. Pero no lo extrañaron. No en vano, el primer partido lo ganaron por 19 puntos (113-92), el segundo por 15 (116-101) y el de este jueves por 13.

La campaña de San Antonio ha estado marcada por las lesiones, entre ellas la de su mejor jugador, el alero Kawhi Leonard, quien solo disputó nueve choques. Además, al cierre de la temporada regular sufrieron varias caídas inesperadas y vieron pasar la oportunidad de clasificar en una mejor posición para evitar jugar contra los los dos mejores equipos del Oeste, entre los que se encontraba Golden State.

El estelar Kevin Durant (se retiró con una torcedura en uno de sus tobillos), con 26 tantos, nueve rebotes y seis asistencias, fue el mejor de los vigentes campeones y estuvo siempre bien acompañado por dos de los otros tres All-Star del equipo: Klay Thompson (19 tantos y cuatro rebotes) y Draymond Green (10 puntos, siete asistencias y siete rebotes).

Por el lado de los Spurs, LaMarcus Aldridge, con 18 puntos y 10 capturas, estuvo demasiado solo y quedó encerrado ante una defensa rival que tomó nota de su importancia casi vital en el esquema ofensivo de los Spurs y duplicó las marcas sobre él.

Manu Ginóbili, que podría haber disputado el penúltimo partido de su carrera a sus 40 años, permaneció 16 minutos en cancha pero no pudo anotar (aportó dos robos, dos rebotes y una tapa). Sus compañeros bases Tony Parker (16 puntos) y Patty Mills (14) fueron los otros anotadores destacados en el equipo texano.

Los Spurs jugaron un día después del deceso de la esposa del entrenador Gregg Popovich, Erin, quien libró una larga batalla contra una enfermedad no precisada. Erin y Gregg Popovich se casaron hace cuatro décadas, y tenían dos hijos y dos nietos.

San Antonio no mostró algún video conmemorativo ni propuso guardar un minuto de silencio antes o durante el partido. Fue un esfuerzo aparente para que sus jugadores se tomaran este encuentro como algo rutinario. Resultó imposible.

El entrenador, que no estuvo en la cancha, se ausentó para acompañar a su familia. El asistente Ettore Messina dirigió el equipo en su lugar.

El cuarto juego se disputará de nuevo en San Antonio este domingo a las 16:30.