El delantero marcó el empate de tiro libre a los 49 del segundo tiempo, luego de una falta inexistente sobre Barboza, y cuando el clima en Avellaneda estaba por estallar. Álvarez Suárez había puesto en ventaja a Arsenal.

Las heridas de la derrota en el clásico ante Racing todavía no cicatrizaron en Independiente, que logró evitar un mal mayor al rescatar un empate agónico ante Arsenal, en su casa, con un tiro libre polémico tras una falta que solo vio el árbitro Nazareno Araza. Fue 1-1, resultado que maquilló una noche caliente en Avellaneda.

El equipo de Sergio Rondina se puso en ventaja a los 15 minutos luego de una jugada preparada que definió Gastón Álvarez Suárez. En desventaja, los murmullos en el Libertadores de América fueron incrementándose hasta convertirse en silbidos, cánticos contra los jugadores e insultos contra los Moyano.

Cuando el estadio era una caldera -pese al poco público que había en las tribunas- y la tensión se apoderaba de todo independiente, Araza le dio una manito a Independiente. Cobró una falta inexistente sobre Alexander Barboza en la puerta del área, a los 49 del segundo tiempo, y Leandro Fernández la clavó en el palo derecho de Daniel Sappa. El delantero, eufórico, se sacó la remera y fue expulsado. Pero eso era lo de menos: había logrado apagar el incendio a tiempo.