"¡Yo soy así, al Rojo yo lo quiero!". Parado en el pasillo del avión y a puro grito, Ariel Holan festejó como un hincha más el título que consiguió Independiente en la Copa Sudamericana, en el vuelo que trajo al plantel de vuelta de Río de Janeiro.

 

 

El entrenador, socio de los Rojos, vivió de una manera especial el campeonato conseguido en el Maracaná y, si bien apenas pasaron unas horas de la consagración, su futuro al frente del equipo está en duda.

 

 

"Este año sufrí mucho y mi familia también, así que voy a pensar con ellos para ver qué es lo mejor para nosotros y para el club", había disparado, todavía en Río de Janeiro, el entrenador de Independiente.

 

 

Ariel Holan sufrió, más allá del éxito del miércoles, la presión de los barrabravas.

 

 

Un mes atrás, a la salida del entrenamiento, Bebote Alvarez se le metió en el auto al DT para apretarlo. Ese día pensó en renunciar, pero siguió.

 

 

Hoy el barrabrava está preso, al igual que otros dirigentes, como el ex vicepresidente Noray Nakis.