Alfredo Fernández fue preparador físico cuando el ‘diez’ llegó a Corrientes para hacerse cargo de Mandiyú. Hoy, en el día en el que cumple 60 años, lo recordó con algunas anécdotas y su trabajo al frente al ‘Albo’.

El ‘Profe’ Alfredo Fernández trabajó con Diego Armando Maradona desde su llegada a Corrientes para dirigir a Mandiyú y esta tarde, con motivo del 60° cumpleaños del ‘10’ lo recordó en Abierto a la Tarde (La Red Corrientes 107.1 MHZ).

Primero quiso despedir a José Antonio Barreto: “para la mayoría de los deportistas, fue una persona muy importante. Quedaron grabadas sus palabras, su manera de transmitir. Muy conocido, respetado, y es lamentable. Hay un gran sentir”.

Luego fue el turno de hablar de Maradona, que hace 26 años llegó a Corrientes y tuvo dentro del cuerpo técnico al ‘Profe’ Fernández: “me informaron que Maradona se venía a hacer cargo de Mandiyú y que nosotros seguíamos. Cuando vino, lo primero que hizo fue una reunión en el vestuario. Se presentó junto a Carlos Fren (su ayudante) y –tengo grabadas sus palabras- me dijo ‘buenas tardes Profe, quiero charlar antes de ir a la presentación. ‘Lo primero que quiero que sepas es que nosotros venimos a trabajar a Mandiyú, no venimos a echar a nadie. Quiero que continúes, que estés a gusto’. Él no tenía todavía el arreglo con Paolorosso (Elvio), así que me pedía que esté. Nunca me olvido esas palabras, tan simple, tan sencillo”.

“Esto fue una revolución total. En Mandiyú entrenábamos y estaba el cuerpo técnico y 5 o 6 hinchas, pero desde el momento que vino Maradona era impresionante la cantidad de gente que había, hasta que tuvo que poner vigilancia para que no entraran: no se podía entrenar, estaba lleno de gente alrededor de la cancha que entrenábamos”, recordó.

Además, “se hablaba de la vida que tenía él y analicé en ese momento: él no tenía descanso, en todo momento tenía compromisos formales o informales. Era impresionante”, describió. “Ahí entendí la vida que tenía, y tenía que estar preparado psicológicamente, física y mentalmente para poder aguantar toda esa presión que tenía. Una persona tiene su trabajo, sus obligaciones y después el descanso: él no tenía descanso en nada. Ahí entendí el comportamiento, esas reacciones porque él no tenía paz”.

Destacó que le enseñaba a pegarle a la pelota a jugadores como Guido Alvarenga, por ejemplo; la predisposición que tuvo el plantel para el trabajo. Además, “siempre reunía a los muchachos y ponía como ejemplo a Alvarenga, lo abrazaba, y le pedía a los muchachos que traten de tener el manejo, la simpleza y la habilidad que tenía Guido”.

El recuerdo también llegó para el papá de Maradona (Don Diego) y para su suegro, sobre todo los miércoles cuando había asado para todo el plantel, y “a mi viejo porque era la compañía de su papá. Los tres estaban siempre presentes los miércoles. Eso no me olvido nunca”.

En el plano futbolístico “veníamos mal, teníamos un plantel mediano, pero con la llegada de él se subió el ánimo. Por ser Maradona, los jugadores entrenaban de una manera impresionante”.