Una tensa situación ha surgido en la Costanera, donde propietarios de carritos gastronómicos han expresado su rechazo ante un plan municipal de reubicación. En una transmisión en vivo desde el lugar, Roberto Ojeda informó en “De Regreso” sobre la controversia que rodea a este cambio.

Los propietarios de los carritos, con décadas de experiencia en el lugar, se sienten agraviados por la decisión municipal de trasladarlos a una zona diferente, bajo el puente en la parte baja de la costanera. En un diálogo con los afectados, se expone que, aunque inicialmente se les había permitido regresar a sus espacios habituales tras finalizar las obras en la zona, ahora se les exige mudarse nuevamente.

Oscar, uno de los propietarios, explica que han cumplido con todas las exigencias municipales para permanecer en el lugar, incluso realizando inversiones en sus carritos según lo solicitado. Sin embargo, ahora se enfrentan a la incertidumbre de ser trasladados a un área que consideran poco viable para su negocio.

El principal argumento de los propietarios es la falta de espacio y comodidades en la nueva ubicación propuesta, que afectaría negativamente tanto a ellos como a sus clientes. Además, señalan la ausencia de argumentos claros por parte de las autoridades municipales para justificar esta decisión.

Ante esta situación, los propietarios evalúan la posibilidad de recurrir a medidas legales, como un amparo judicial, para proteger sus intereses y derechos laborales. Mientras tanto, esperan una respuesta clara por parte del municipio y buscan mantener la unidad en su reclamo por la defensa de sus fuentes de trabajo.

La tensión en la Costanera refleja un conflicto latente entre los intereses comerciales y las políticas de desarrollo urbano, generando preocupación entre los afectados y la comunidad en general. Se espera que se encuentre una solución que satisfaga a todas las partes involucradas y preserve la tradición y el tejido económico de la zona.