Luego de cinco años de arduo trabajo con cinco yaguaretés que llegaron al Centro Experimental de Cría de Yaguaretes (CECY) desde distintos zoológicos del país y de centros de conservación de Brasil y Paraguay, finalmente los conservacionistas pueden celebrar el nacimiento de los dos primeros cachorros nacidos en cautiverio en el marco del proyecto.

Actualemten en el CECY están: Tobuna, la primera en llegar, proveniente del zoológico de Batán (cerca de Mar del Plata); Nahuel, fruto de una donación conjunta de los zoos de Buenos Aires y de Bubalcó en Río Negro; Chiqui, entregado en préstamo reproductivo por el Refugio Faunístico Atinguy de la Entidad Binacional Yaciretá en Paraguay; Tania, hija de Tobuna, procedente también del zoo de Batán; e Isa, la úlitma en sumarse desde el Criadouro Onça Pintada en Brasil.

Los cachorros, nacidos este miércoles, son hijos de Tania y Chiqui. Esta hembra, hija de Tobuna, fue incorporada al plantel de cría al observar que la madre no quedaba embarazada después de copular en varios celos sucesivos con los machos. La razón probable de la falta de embarazos sea la edad avanzada de Tobuna, estimada en 17 años de edad.

Un dato significativo de Tania es que ésta carece de una pierna, al perderla en un accidente cuando erra cachorra en el zoológico. A pesar de esta minusvalía, la joven yaguareté aprendió a cazar por sí sola en el CECY y ha sido madre de los primeros cachorros nacidos en el Iberá en cerca de medio siglo.

Se espera que los cachorros crezcan en los grandes encierros del CECY, donde aprenderán a alimentarse sin contacto con humanos, antes de ser finalmente liberados en esta área remota del Iberá. De este modo, los hijos de un yaguareté huérfano que perdió la libertad de cachorro y de una hembra nacida en cautiverio, que perdió una de sus patas, podrán vivir libres en un área natural protegida.

Tanto Tania como sus dos cachorros están actualmente en una “paridera” de madera que se construyó dentro de un fragmento de bosque incluido en su encierro de hectárea y media, desde donde son observadas continuamente a través de un sistema de videovigilancia.

 

En palabras de Maite Ríos, responsable del CECY: “Es una gran noticia que un animal con una minusvalía y que parecía condenado a la vida en cautiverio como Tania, no sólo pueda vivir en condiciones seminaturales y cazar por sí misma, sino que se convierta en la madre de las primeras crías que podrán ser liberadas en el Iberá en un futuro cercano. La historia de superación de Tania nos inspira a seguir trabajando y colaborando con otras instituciones para cuidar y restaurar el patrimonio de todos los correntinos y argentinos. Por ahora vemos que los cachorros están mamando bien de su madre, pero debemos ser muy prudentes porque estamos hablando de una madre primeriza que todavía debe aprender a sacar adelante a sus crías por sí sola, sin interferencia por parte de los humanos. De cara a poder liberarlos, es muy importante que estos pequeños yaguaretés crezcan de la manera más natural posible”.

Sofía Heinonen, directora ejecutiva de CLT, recuerda que “éste es un momento histórico para el Iberá y el resto de la Argentina, al ver como nuestro mamífero más amenazado, un emblema de nuestra patria, da un paso hacia su recuperación. Gracias a los esfuerzos de cientos de personas y decenas de organizaciones de Corrientes, Argentina y otros países durante muchos años, el Iberá es hoy reconocido como uno de los grandes destinos de naturaleza del Mundo y como una historia inspiradora de restauración ambiental y cultural, y el yaguareté se aleja gradualmente del abismo de la extinción”.