Tomaron estado público casos de acoso laboral y sexual en distintos ámbitos laborales del mundo del espectáculo.

 

 

Estos casos, lejos de ser aislados, demuestran una realidad que muchas veces y de manera silenciosa se vive en las oficinas y ámbitos laborales más comunes de nuestra sociedad.

 

 

Pianalto explicó desde radio UNNE que “el trabajo es un regulador de la identidad de cada ser humano, pero también es un regulador social ya que de acuerdo con nuestro trabajo nos posicionamos frente a otro” y destacó que “las mejores herramientas que podemos aplicar ante un acoso son personales y tienen que ver con la forma de expresar lo que necesito, pienso y quiero sin tener miedo, ni llegar a los límites de violencia psicológica o física”.

 

 

SERIE DE INTERESES

 

 

“A la hora de hablar de acoso, hay una serie de intereses que se ponen en juego; por un lado, hay conductas de hostigamiento y violencia psicológica y, por otro, está el estado emocional de la persona, cómo recibe esta situación y cuáles son las herramientas que tiene”, señaló la psicóloga Pianalto advirtiendo que “si bien uno muchas veces no se puede elegir el contexto o el lugar que ocupa en determinado ámbito, se puede elegir cómo pararse frente al maltrato, psicológico o físico”.

 

 

En Argentina, según cifras de Trabajo Nación, las denuncias por acoso sexual laboral pasaron del 5% al 7% del total de los casos en los últimos seis meses.

 

 

Entre enero y septiembre de este año, entre llamados y correos electrónicos, la Oficina de Violencia Laboral del Ministerio de Trabajo recibió 6.377 denuncias de acoso laboral: el 70% fueron hechas por mujeres y 450 casos fueron por situaciones de acoso sexual.

 

 

Dos denuncias de este tipo por día, las otras por violencia psicológica y física.