Varios días después continúan las repercusiones. Ayer los padres siguieron reclamando desde diversos medios, denunciando a la empresa “Milenium”, que había organizado el evento, ya que “nos tuvieron una hora afuera, no había canilla libre como prometieron y el evento ni siquiera comenzó”.

 

 

Numerosos tutores reclamaron tras la suspensión de la fiesta de la familia que se iba a concretar en el Parque Mitre, pero fue inhabilitada por el municipio.

 

 

El reclamo surgió debido a que la empresa organizadora no cumplió con lo prometido. Por cada egresado pagaron $5.500 y “prometieron canilla libre de 22:00 a 00:30 pero te cobraban la bebida, no había lugar para sentarse y nos tuvieron una hora afuera para entrar”.

 

 

ADOLESCENTES Y POLÈMICA

El Debate Abierto por las Fiestas

 

 

Tras la clausura por falta de habilitación de una fiesta con egresados que se iba a realizar en el Regatas, se reabrió el debate sobre los festejos que involucran adolescentes, alcohol y burlas a controles desde las empresas organizadoras.

 

 

Los familiares reclamaron desde varias radias exigiendo respuestas de la empresa, ya que la contrataron con anticipación para la recepción de los egresados de varios establecimientos.

 

 

Cientos de mensajes y llamados afianzaron las quejas sobre ésta y otras empresas que organizan cenas y fiestas de egresados. Las molestias tienen que ver con los costos, cuestiones organizativas y principalmente con la venta de alcohol a los menores.

 

 

El director de Control e Inspección Municipal, Carlos Cánepa, sostuvo que “lo que se vivió (domingo) fue una falta de respeto al público, al municipio y a todos”.

 

 

VERSION DE LA EMPRESA

 

 

La empresa brindó su versión tras la clausura de una fiesta por falta de habilitación.

 

 

El dueño de Millenium Producciones, Raúl Fernández, que organizó la “fiesta de la familia” clausurada por múltiples incumplimientos, explicó lo que sucedió cuando “teníamos previsto una fiesta como anticipo de la recepción, para la familia directa del egresado, teníamos previsto 900 personas pero nos vimos desbordados”.

 

 

Aseguró que “las normas estaban cumplidas porque si no, no nos hubieran habilitado el evento” y afirmó que “no era una cena de egresados ni una recepción”, remarcó.

 

 

“Les vamos a devolver el dinero de esta fiesta que no se realizó”, cerró.

 

 

COMER EN EL PISO

 

 

Aseguraron que “daban de comer a gente en el piso” y muchos quedaron afuera por falta de espacio, lo que motivó la clausura, junto con la habilitación como “peña”, en lugar de recepción.

 

 

“No quiero más la cena de egresados, porque si esto era la cena de la familia, imagínate si quedan solos los chicos”, manifestó una tutora.

 

 

Otra madre de la Escuela Soler recordó que “llegamos a las 23:00 y no había lugar, por eso una moza nos ubicó porque no había mesa para cada familia y teníamos que ver dónde nos acomodábamos”.