El decano de la facultad de Humanidades de la UNNE, Aldo Linares, analizó el informe publicado por el diario porteño La Nación que deja un título sobre “los 12 paros de promedio que impidieron que nunca se cumplieran con los 180 días de clases” en el nivel primario, durante los últimos años.

El licenciado Linares apuntó inicialmente, sobre “cuál es la intención de esa publicación”, con que “objetivo” lo hace. A primera vista, “el promedio (12 paros), me parece que permite una lectura sesgada de la problemática”, abarcando el período de los años 2003 y 2017, “donde únicamente se hace hincapié en los problemas que provocan los paros”.

Está claro que “nunca hubo 180 día de clases”, pero “debe movernos a la reflexión de por qué no se llegó a esos días estipulados”.

Porque “los chicos pasaron dos o tres días sin concurrir al colegio”. Ese promedio, “desdibuja cuales son las razones de fondo”. Para el decano de la facultad de Humanidades, “sería interesantes discriminar en qué niveles se produjo esto”.

Se señala que se dio en el nivel primerio, “pero nos quedamos ahí”. Depende “qué chicos se quedan en la casa y quiénes no”.

A lo que explicó que “esto afecta más a los sectores vulnerables”; debido a que “la escuela cumple un rol distinto, en aquella familias donde tienen más medios para compensar la falta de clases”, con “maestros particulares o el propio seno familiar que obran de contención”, ejemplificó.

Para Linares “la parte más vulnerable es la que no aparece; al menos no lo percibo en el informe”, es la cuestión que “se haya abandonado en 2015 la paritaria nacional”, algo que “era una referencia para las provincias”; que determinaron “cuestiones de paro en la mayoría de las jurisdicciones docentes”, advirtió.

En su análisis, el facultativo reparó que “la cuestión repercute más en el ingreso a la educación secundaria”, donde sí se aplicará un sondeo sobre la educación secundaria, “los resultados probablemente serían más escandalosos”.

Aunque “relativizaría esta ausencia escolar, porque no tiene el mismo impacto que en la primaria; no ir a la escuela secundaria, no tiene tanta determinación como en la escuela primaria”, reflexionó.

Con respecto al desempeño de los representantes sindicales en estos años, “hay de todo –acotó-, algunos más negativo o más positivos en esta cuestión, tenemos gremios combativos y gremios adictos al gobierno. Se ven gremios que son más rígidos a la hora de negociar, no es casualidad que en el nordeste, el Chaco y Corrientes tengan una diferencia salarial, los docentes no tienen el mismo sueldo”. Arguyó que “se debe a que hay gremios más combativos, reacios para aceptar las determinaciones de la patronal”.

Están los que “mantienen de rehenes a los estudiantes y, otros, que obedecen a su mandato vocacional”, tal vez por ello “no tienen las mismas conquistas salariales”.