Colectivos ERSA circulando pasajeros

En menos de quince días, el Concejo Deliberante de la Ciudad de Corrientes volvió a poner en el centro del debate el costo del transporte público y aprobó un nuevo incremento del boleto urbano que llevará el pasaje de $ 1.290 a $ 1.890, un aumento del 46%. La medida fue avalada por la mayoría de los concejales oficialistas, pese a las críticas de la oposición y al reconocimiento general de que el servicio “es deficiente y está en crisis”.
La votación se dio ayer en la cuarta sesión ordinaria del cuerpo. A favor del incremento se pronunciaron los ediles Rocío Báez, Yamandú Barrios, Jorge Benítez Sívori, Jorge Campos, Lilian Cano, Melisa Mecca, Mercedes Mestres, Gabriela Gauna, Sandra Olivera y Héctor Torres.
En contra votaron los concejales Magdalena Duarte, Mercedes Franco Laprovitta y Diego Fernández, quienes advirtieron que la decisión constituye “un ajuste directo al bolsillo de los vecinos”, sin ningún correlato en la mejora del servicio. En tanto, Eduardo Achitte, Ignacio Rodríguez Mateos y Cecilia Ojeda Duarte optaron por abstenerse y estuvieron ausentes los ediles Amelia Artaza y Esteban Ibáñez.
De esta forma, el Concejo aprobó en apenas dos semanas lo que será uno de los boletos más caros del país, con vigencia prevista entre la primera y la segunda semana de noviembre. Cuando entre en aplicación, Corrientes ocupará el cuarto lugar entre las ciudades con tarifa más elevada, sólo detrás de Pinamar, Centenario y Bariloche, según la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (Aaeta).