Hoy Armenia atraviesa un nuevo conflicto armado con Azerbaiyán (también con Turquía, su nación hermana). Es el día diecinueve de un enfrentamiento que se reavivó el 27 de septiembre. Nikol Pashinyan, primer ministro armenio, acusó al gobierno azerí de incurrir en una “agresión planificada” a la región de Nagorno Karabaj y convocó a la resistencia: “Prepárense para defender nuestra nación sagrada”. La escalada de violencia y la voluntad de María se explican en el devenir histórico del conflicto bélico.

En 1921, Joseph Stalin, el hombre más poderoso de la Unión Soviética, le cedió el territorio a la antigua República Soviética de Azerbaiyán. La investigación sugiere que la entrega se trató de una conveniencia política en tiempos de convulsión social que desafía la historia: armenios católicos siendo obligados a formar parte de una nación musulmana que los estaba atacando.

El 7 de julio de 1923 la región recibió el derecho de fundar un óblast autónomo dentro de Azerbaiyán. Desde entonces y hasta finales de la década del ochenta, las tensiones bélicas se aplacaron. Pero en 1988, cuando las reformas de Mijaíl Gorbachov anticipaban el desmembramiento de la Unión Soviética, Armenia entró en ebullición. La disolución irreversible de la URSS iba a dejar a Nagorno dentro de un país ajeno. Esa idea encendió la reacción de la ciudadanía: los armenios en Nagorno y los armenios en Ereván, la capital armenia, se manifestaron, alzaron la voz y las armas. Se desató una guerra durante cuatro años. El saldo: más de 30.000 muertes y la creación de un Estado independiente de facto proclamado por los armenios independentistas .

En 1994 se decretó el cese del fuego. “Pero desde entonces, Azerbaiyán violó constantemente la paz. Armenia siempre mantuvo una posición de defensa, eran nuestros los soldados que morían en la frontera”. En 2016 se reactivó el conflicto con una embestida a la provincia de Tavush, ciudad armenia fronteriza. Esta vez, Rusia frenó la ofensiva. Pero la tensión no mermó: era cuestión de tiempo. El último 27 de septiembre resurgieron los ataques.

“Habiendo nacido y crecido en Argentina la guerra es algo de libro, netamente lejos, si bien estuvo la Guerra de Malvinas, la diferencia de esto es que Nagorno Karabaj es un territorio que le correspondía a los armenios y que Stalin se los cedió a los arzebies, luego de la caída de la Unión Soviética ganamos una guerra en 1994 que nunca fue aceptado por las organizaciones internacionales. En aquel cese del fuego fue rectificado en el 95, paso a ser un estado de facto donde Azerbaiyán violó contantemente el cese del fuego hasta el día de hoy”, relató María Rosa Anazonian en dialogó con Teresita Lotero, Diego Romero y Juan Martin Varela en ” Abierto a la Tarde” programa de La Red Corrientes. Ella nació en Buenos Aires hace 34 años. La familia de su madre había llegado al país en 1958, la familia de su padre a comienzos del siglo XX

“En el año 2016 ocurrió una guerra de cuatro días donde Armenia vuelve a ganar la guerra y en julio de este año comenzaron los ataques nuevamente hacia armenia y desde el 27 de septiembre es el día 19 de conflicto donde están atacando a civiles, hospitales a jardines de infantes y realmente es un genocidio. Así lo llamamos a todo el pueblo armenio de todo el mundo, que se siente involucrado. Lo único que queremos es vivir en paz”, aseveró.

“Ellos, Azerbaiyán . lo único que quieren es tener un país de mar a mar y borrarnos del mapa para ser una potencia mas fuerte. Es una tierra súper rica, hay muchas cosas materiales: oro, petróleo, plata. Lo único que queremos es vivir en paz. El 23% somos armenios y el resto son rusos y de otra nacionalidades los que habitan este suelo. Hay monasterios, iglesias del silo IV, IX patrimonio que no es de Azerbaiyán que se funda después de la caída de la Unión Soviética”, contó.

“Yo soy armenia, nacida en la diáspora por el genocidio armenio, cuando mi familia fue desplazada, soy tercera generación, nací en Argentina. La diáspora armenia somos todos aquellos armenios que hemos nacido en otros países, que hemos mantenido las tradiciones fuera del país. Hay un programa de voluntariado que invita a volver a Armenia para vivir su cultura. En 2015 me vine a vivir este voluntariado, amo vivir acá, es un país muy hermoso, la verdad es que es muy lindo salir a la calle y vivir todo lo que viví con mi familia en Argentina”, precisó.

“Cuando empezó el conflicto la gente inmediatamente comenzó a donar lo que tenia y no tenia a los soldados que están peleando, que no son mercenarios ni terroristas, son nuestros padres y hermanos. Defienden esta nación por amor. Abrimos las puertas de la casa a cualquier persona que se siente involucrado con la comunidad armenia”, aseguró y añadió ” amor ser armenia, estoy orgullosa. Lo único que queremos es seguir viviendo en nuestras tierras en paz, no queremos la guerra. En Armenia viven 3 millones de personas y quienes defienden nuestro país son nuestros padres, hermanos, primos, no tenemos los armamentos que tienen ellos. Ellos tienen el 85% del PBI invertidos en armamento y claramente Israel esta involucrado en esto”.

Con información de Infobae