La 46ª peregrinación juvenil del NEA culminó con éxito en Itatí. Ni la lluvia pudo detener a los más de 400 mil peregrinos que hicieron el trayecto desde la capital de Corrientes hasta la religiosa localidad.

Una multitudinaria presencia de fieles se congregó en el atrio de la Basílica y acompañó a la misa central presidida por el arzobispo de Corrientes, José Adolfo Larregain.

El clima acompañó la jornada del domingo, ya que el sol brilló intensamente, ayudando a que los miles de peregrinos pudieran participar plenamente del tradicional acto religioso, dejando atrás la lluvia que había marcado la salida de los jóvenes el sábado al mediodía.

La eucaristía fue presidida por el arzobispo José Adolfo Larregain, y contó con la concelebración de una significativa representación del episcopado del Nordeste argentino y otras jurisdicciones.

Durante su homilía, ante una multitud de jóvenes que escuchaban atentos las palabras, Larregain explicó el sentido de ser peregrino basado en el lema de este año “Como María, peregrinos de esperanza” y en parte de su prédica refirió: “Ser peregrino de esperanza es abrir los ojos y el corazón, es no acostumbrarnos al sufrimiento ajeno, es animarnos a ser solidarios, a salir de nosotros mismos: tener la mirada nueva de la esperanza.

En esa misma línea, manifestó: “Esto implica ver con ojos nuevos: el peregrino no mira la realidad desde el prisma de la resignación, sino con la certeza de que Dios camina con nosotros”.

Y como remate, aseveró: “Como dice San Pablo: Nosotros no caminamos por lo que vemos, sino por la fe”.

(Con información de Norte de Corrientes)