Con goles de Neymar y Firmino, la “Verdeamarela” le ganó 2-0 al seleccionado azteca, que por séptimo Mundial consecutivo se quedó en octavos, y en la próxima instancia se medirá contra el ganador de la llave entre Bélgica y Japón.

En Samara, Brasil le ganó 2-0 a México y avanzó a los cuartos de final del Mundial de Rusia 2018, con goles de Neymar y Firmino. Ahora, la “Verdeamarela” espera por el resultado de la llave entre Bélgica y Japón para conocer a su próximo rival.

Ambos seleccionados protagonizaron un arranque vibrante de partido, aunque la máquina de Tite apretó el acelerador luego de la primera media hora para adueñarse de la pelota y exigir a Francisco Ochoa en dos oportunidades de la mano de Ney y Coutinho. Los mexicanos, en tanto, contrarrestaron con los desequilibrios de Hirving Lozano y algunas apariciones de Javier Hernández, pero estuvieron erráticos en el último toque.

La inclusión del veterano Rafael Márquez, de 39 años -único jugador que ha sido titular al menos una vez en cinco Mundiales- fue la principal novedad en el equipo del colombiano Juan Carlos Osorio, que aguantó los embates brasileños en el complemento hasta que a los cinco minutos Neymar se iluminó y empujó la pelota a la red, tras una enorme combinación con Willian, justo cuando Ochoa se transformaba en figura.

Con el marcador a su favor, los de Tite se agrandaron y apelaron a las individualidades para ampliar el marcador. México, obligado a buscar el gol, perdió la paciencia a los 27 minutos y casi sufre la expulsión del ingresado Miguel Layún en la jugada más polémica del partido.

El lateral izquierdo le propinó un pisotón al delantero del PSG entre el empeine y el tobillo, cerca de la zona en la que sufrió la fractura en el quinto metatarsiano que lo marginó cerca de cinco meses de las canchas y puso en peligro su participación en el Mundial, aunque se salvó de la roja luego de que el árbitro revisara la jugada a instancias del VAR.

En los últimos minutos, México salió a buscar la igualdad con uñas y dientes, pero se descuidó y sufrió otra gran maniobra de Neymar, que remató al arco y obligó a Ochoa a servirle el rebote a Roberto Firmino para que sentenciara el partido por 2-0 y así sellar la clasificación.