La reunión será el jueves. Macri quiere dar una señal a los mercados y al FMI. Los gobernadores, que deben ajustarse en $ 100.000 millones, enviarán sus propuestas de recorte.

Hasta el momento, la estrategia de Nación había sido discutir los recortes de modo bilateral, distrito por distrito. Separados o juntos, los ministros de Hacienda, Nicolás Dujovne, e Interior, Rogelio Frigerio, fueron reuniéndose con la mayoría de los gobernadores o sus enviados. El trazo grueso está más o menos claro: del recorte de 300.000 millones de pesos que se requiere el año próximo para cumplir con el déficit de 1,3% acordado con el FMI, 200.000 millones los asumirá Nación y 100.000 millones, las provincias. En ese escenario, la decisión de adelantar el recorte del Fondo de la Soja cayó mal y generó no sólo quejas públicas, sino la determinación de algunas provincias -como Tucumán- de acudir a la Justicia para revertir el decreto. El mismo jueves que los ministros irán a la Rosada a debatir los números, fiscales de Estado provinciales se reunirán para unificar una eventual presentación.

Aunque los encuentros mano a mano seguirán -Frigerio, por caso, se verá este lunes con el gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua-, la convocatoria plural para el jueves busca amortiguar el malestar opositor y encaminarse a un acuerdo.  “Las provincias van a presentar las contrapropuestas. Unos 10 ministros habían pedido reunión y decidimos ampliar y convocar a todos. Está convocados los 24 ministros de Economía provinciales, que se reunirán con los secretarios de Hacienda y de Provincias y Municipios de Nación, Rodrigo Pena y Alejandro Caldarelli, y el subsecretario de Relaciones con las Provincias, Paulino Caballero”, confirmó una fuente oficial a este diario.

Y completó: “La eliminación del Fofeso 2019 son unos 26.000 millones y se le imputa al esfuerzo fiscal que tienen que hacer las provincias. Representa el 26% de ese ahorro a generar de un total de 100 mil millones”. También se discutirán eliminación de subsidios al transporte, con fuerte impacto en el área metropolitana.

El objetivo de Macri no esconde misterios. En medio de la incertidumbre y los números negativos de la economía, intenta dar una señal clara a los mercados de que cumplirá con el acuerdo con el Fondo, que garantiza un financiamiento de más de 50.000 millones de dólares. Con el crédito en el exterior cortado para los países emergentes como la Argentina, el Presidente se quedó sin Plan B y todo parece reducirse a la ayuda del FMI y el rezo -otro- a una buena cosecha que garantice el ingreso de dólares.

La preocupación presidencial fue transmitida también a aliados de la Coalición Cívica. E incluso motivó una llamada inesperada años atrás: Elisa Carrió habló con Nicolás Caputo, uno de los hombres de mayor confianza de Macri y a quien la diputada tenía como enemigo político en el arranque de la gestión. Dos cosas confluyeron para la charla: cierta satisfacción de Carrió por la distancia que habría tomado Caputo de algunos negocios con el Estado, pero, sobre todo, la inquietud de la chaqueña para que el Presidente esté acompañado en este complicado momento de la gestión.

Más allá de su optimismo de origen, en el oficialismo saben que alcanzar un acuerdo con los gobernadores por el presupuesto, que después deberá refrendar el Congreso, no será fácil. Por eso envían un mensaje de conveniencia mutua: “Es una negociación compleja, en el medio de un contexto económico difícil, los cuadernos y la división en el peronismo. Sería una gran señal de confianza a los mercados, a los inversores y al mundo. Las provincias tienen que salir a emitir deuda al mercado voluntario, y para eso hay que bajar las tasas y bajar el riesgo país. La sanción del presupuesto es una herramienta central para alcanzar esas metas”.

Fuente: clarin.com