En el estadio Luzhniki, de Moscú, Sergei Ignashevich, en contra, abrió la historia para los españoles, pero Artiom Dzyuba lo empató y los rusos se quedaron con el triunfo en los penales. Igor Akinfeev atajó dos penales y se convirtió en héroe.

Rusia eliminó a España, en el estadio Luzhniki de Moscú, y dio otro gran batacazo en su Copa del Mundo. La Roja nunca encontró su mejor versión, no pudo romper el cerrojo ruso y se despidió en los penales. Tras el 1-1 en los 120 minutos y acertar en los penales, festejaron los anfitriones.

Rusia, que venía de recibir una dura derrota ante Uruguay, logró sobreponerse al duro golpe por el tanto tempranero de España, después de una desafortunada jugada que terminó con el gol en contra de Sergei Ignashevich (PT 12m). Y encontró el empate a los 41, cuando Artiom Dzyuba lo igualó, de penal, tras la sanción por un claro brazo extendido de Gerard Piqué dentro del área.

En la segunda parte, España fue dueño del campo y la pelota ante la férrea defensa local. Ingresaron Iago Aspas y Andrés Iniesta, pero no supieron como romper el cerrojo ruso. Así se diluyeron los 90 minutos y llegó el tiempo suplementario, el primero en un Mundial impredecible.

Los 30 minutos de prolongación no sirvieron de nada para los españoles. Los rusos continuaron ejecutando su plan a la perfección y consiguieron llegar a la definición desde los doce pasos.

Desde allí, Igor Akinfeev logró transformarse en el héroe de la clasificación. Le atajó a Koke y Aspas para la euforia local. Y gracias al 100% de eficacia de los pateadores rusos, todo fue alegría y festejo por la clasificación. Hazaña rusa frente a los pronósticos. Otro campeón del mundo que se vuelve a casa.}