El arzobispo emérito de Corrientes, Domingo Salvador Castagna, recibió este miércoles los honores que establece la Ley Provincial N°6.465, sancionada por el Legislativo y promulgada por el Ejecutivo, en base a su marcado aporte a la paz social. En este marco, el mandatario provincial, Gustavo Valdés, sostuvo en el recinto legislativo que el homenajeado “debería ser declarado ´Provinciano ilustre´, porque lo conocen en toda la provincia”, destacando la unanimidad lograda en ambas cámaras, tras sendas sesiones realizadas para la aprobación del Proyecto inicial.

En un recinto legislativo colmado, pasadas las 11, subieron al estrado quien se desempeñara como Arzobispo de Corrientes entre 1994 y 2007, junto al gobernador Gustavo Valdés, el vicegobernador Gustavo Canteros, como presidente del Senado y el titular de Diputados –y autor del proyecto de ley- Pedro Cassani.

Dando inicio al acto, se realizó el izamiento de la Bandera Nacional a cargo del senador Ricardo Colombi y monseñor Andrés Stanovnik; mientras que la diputada provincial, Lucía Centurión y el obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, hicieron lo propio con la Bandera de Corrientes. Luego, se prosiguió a entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, interpretado por la Banda de la Policía de Corrientes.

 

En la oportunidad, el arzobispo emérito, Domingo Salvador Castagna, recibió los honores propios de la distinción que establece la Ley Provincial N°6.465 sancionada por el Legislativo Provincial y promulgada por el Ejecutivo, declarándolo Ciudadano Ilustre de Corrientes por su labor pastoral dentro de la Iglesia Católica, que lo hicieron acreedor de la mencionada distinción.

En este contexto, el gobernador Gustavo Valdés le hizo entrega al mismo prelado de una medalla alusiva; el vicegobernador Gustavo Canteros le concedió la copia de la Ley y  el presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Cassani, le hizo entrega del diploma correspondiente.

Gobernador Gustavo Valdés

Al hacer uso de la palabra, el mandatario provincial expresó inicialmente –refiriéndose al arzobispo emérito- que “tal vez no tuve mucho tiempo de conocerlo, pero escuché referencias y siempre supo desempeñarse de forma adecuada, correcta y honorable en este pueblo de Corrientes que hoy lo reconoce a usted como su pastor”. Cabe recordar que el mismo, presidió el acto en la Legislatura, reconociendo la actitud del presidente de Diputados, Pedro Cassani.

Asimismo, el jefe de estado correntino destacó la unanimidad concretada en las cámaras de Senadores y Diputados a la hora de reconocer al mismo, a través de la ley sancionada en el recinto. “No siempre las autoridades se juntan para distinguir a una persona”, agregó.

Valdés además destacó en la persona del homenajeado “la cercanía que tiene con el pueblo: la de caminar cada localidad del interior conociendo a cada una de sus ovejas como buen pastor”, ya que “eso conquista a los corazones para que las ovejas caminen mansas por la senda que el Señor nos trazó”, añadiendo que “fue reconocido por este rebaño”.

Momento seguido, el titular del Ejecutivo se refirió a la mención de monseñor Castagna en el recinto legislativo, considerando que “le queda corto lo de ´ciudadano ilustre´, debería ser ´Provinciano ilustre´, porque lo conocen en toda la provincia”.

Finalmente, expresó una reflexión, contrarrestando con los valores de Salvador Castagna: “Solamente la soberbia hace creer al hombre que no puede seguir aprendiendo, por lo que queremos contar con su ejemplo por muchos años más”, manifestó, a modo de cierre.

Diputado Pedro Cassani

Al momento de expresar su alocución, el presidente de la Cámara de Diputados, Pedro Cassani, manifestó al comenzar sus palabras que “para la Cámara de Diputados es un día especial e histórico”. “Por primera vez personas de diferentes partidos políticos, religiosos, diferentes estamentos públicos y privados, de diversos lugares nos convocamos para rendirle homenaje a una persona ilustre”, sostuvo el legislador.

Luego, el titular de Diputados resaltó que “este es un reconocimiento a su constante aporte a favor de la comunidad, trabajo que desarrolla en la provincia desde 1994, desde el púlpito de la Iglesia, llevando contención y claridad donde la necesidad existe”. “Se le asigna esta distinción por su filosofía de vida que despeja en sus acciones diarias que lo mantiene junto a su pueblo” señalo el mismo, y agregó que “su trascendencia va más allá de su religión, aunque sea un ícono de ella”.

En referencia a la cuestión que atañe a la separación de la Iglesia del Estado, el propio Cassani dijo que, desde su perspectiva, “en esta tierra bendecida por la Virgen de Itatí hablamos de unión”.

Monseñor Castagna

El arzobispo emérito comenzó diciendo “lo difícil que es agradecer, en el agradecimiento uno expresa su amor por la gente, a quien le debo este momento tan peculiar”. Expresó que nunca esperó este reconocimiento, “esperaba que el Señor me lo diera en el cielo”. Además dijo que se siente “correntino de verdad”.

Recordó las palabras de San Pablo, quien decía que “gracias a Dios soy lo que soy” y que él podía decir lo mismo en esta situación. “La gracia que recibí fue a través de la Iglesia, que a su vez nos transmite la gracia de Jesucristo”.

Mencionó y agradeció también el trabajo que los sacerdotes llevan a cabo diariamente “como yo lo hice y sigo haciendo” y que tiene que centrarse en “que el pueblo, encontrado con Dios, sea más pueblo” y que logre un porvenir próspero “no solo económicamente, sino en virtudes”. “Corrientes tiene todo para ser un pueblo próspero, de hecho ya lo es, pero puede aún más”, ratificó.

Presencias

Además, estuvieron presentes en el recinto legislativo, el titular de Justicia, Jorge Quintana; funcionarios del Ejecutivo Provincial; el intendente de Corrientes, Eduardo Tassano, senadores y diputados Provinciales; el presidente del Consejo Deliberante de Corrientes, el obispo de Posadas; secretarios y subsecretarios del Ejecutivo Provincial; autoridades judiciales y eclesiásticas, ex gobernadores; ex legisladores Provinciales y Nacionales, autoridades de las Fuerzas Armadas y de Seguridad; vicario General de la Arquidiócesis; vicario para la Educación Católica; curas Párrocos de Corrientes, diáconos de la ciudad de Corrientes; presidentes de partidos políticos; directores de diarios y medios de comunicación y público en general.

Datos de Castagna

Estudió en el Seminario Metropolitano de Buenos Aires y fue ordenado sacerdote en diciembre de 1955. Fue vicario del santuario de Nuestra Señora de Luján en la Capital Federal, luego en la del Pilar y en la Sagrada Eucaristía. Luego, se trasladó a la Diócesis de Rafaela, en Santa Fe. Tras estudiar tres años en la Pontificia Universidad Lateranense en Roma y en el Instituto Lumen Vitae de Bruselas, regresó a Buenos Aires, donde fue profesor de teología en la Universidad del Salvador  y en la Universidad Católica Argentina. Fue vicario en la parroquia Inmaculada Concepción, del barrio de Belgrano. Fue párroco de la parroquia Sagrada Familia y de la iglesia de monasterio de Santa Catalina de Siena; junto con este nombramiento fue designado director del Consejo Pastoral Arquidiocesano.

El 24 de noviembre de 1978, fue nombrado obispo titular in partibus infidelium de Germania de Numidia y obispo auxiliar de la arquidiócesis de Buenos Aires. Fue consagrado obispo un mes más tarde por el cardenal Juan Carlos Aramburu. Fue representante de la iglesia católica en la Comisión Nacional de Justicia y Paz y miembro del Equipo Episcopal de Pastoral Social.

El 28 de agosto de 1984 fue nombrado obispo de San Nicolás de los Arroyos. Fue presidente de la Comisión Episcopal de Ministerios, de la Conferencia Episcopal Argentina, y de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada.

Durante su gestión nació la devoción a la Virgen del Rosario de San Nicolás,  nacido de la revelación  que habría recibido una mujer del pueblo, Gladys Quiroga. El obispo creó una comisión investigadora para evaluar la condición psiquiátrica de la mujer, que concluyó que no presentaba ninguna anormalidad. Castagna comenzó a presidir una celebración mensual en el “Campito de la Virgen”, y pronto comenzó la construcción de un santuario para la misma.

Modificó la estructura de las visitas pastorales a las parroquias de su diócesis, instalándose por una o dos semanas en cada parroquia y reuniéndose con toda la gente que podía. Logró la instalación de un convento de monjas Carmelitas Descalzas, el Seminario Diocesano y la Escuela del Ministerio para diáconos permanentes, la Asociación de las Hermanas del Santuario de la Virgen de San Nicolás y promovió la beatificación de la hermana María Crescencia Pérez.

El 21 de junio de 1994 fue nombrado arzobispo de Corrientes, asumiendo el cargo el 27 de agosto de 1994. Es miembro de la Comisión de Liturgia y delegado para los Congresos Eucarísticos de la Conferencia Episcopal Argentina, y presidente del Departamento para la Vida Consagrada del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

Renunció al cargo de arzobispo por razones de edad el 27 de septiembre de 2007, y desde entonces continúa residiendo en la ciudad de Corrientes y ejerce activamente como arzobispo emérito.