Ángel Flores, coordinador del reciente viaje de veteranos de guerra a las Islas Malvinas, compartió una emotiva charla radial donde relató las vivencias de esta quinta edición del recorrido que busca sanar heridas y reencontrarse con la historia. Con voz serena, pero cargada de emoción, Flores rememoró momentos intensos vividos por los excombatientes correntinos en las islas que defendieron con apenas 18 años.
“Cada viaje logra su objetivo: encontrar algo de serenidad para nuestras almas”, expresó Flores. Uno de los testimonios más fuertes fue el de un compañero que, al encontrar la tumba de un amigo caído, recordó el momento en que éste, gravemente herido, le rogó que lo llevara de vuelta a casa. “Se murió en mis brazos”, contó entre lágrimas. A más de 40 años de aquel episodio, el veterano finalmente pudo pedirle perdón, un gesto que significó “recuperar parte de su vida”.
Flores destacó que estos viajes no sólo sirven para rendir homenaje, sino también para resignificar lo vivido: “Antes veíamos la guerra con ojos de jóvenes de 19 años; ahora, como padres y hombres de más de 60, la dimensión es otra. Nos damos cuenta del enorme valor que tuvimos”. Para muchos, este retorno permite cerrar círculos abiertos desde 1982 y enfrentar recuerdos que el tiempo y la memoria selectiva habían guardado bajo llave.
Durante esta edición, los excombatientes recorrieron Monte Tumbledown, Monte William, Monte Harriet, Darwin, Ganso Verde y la Estancia San Carlos, entre otros puntos claves del conflicto. Allí, Flores recordó hechos dramáticos como el intento británico de eliminar prisioneros argentinos con bombas que, por fortuna, no explotaron.
También sorprendió la dimensión de las islas: “Hicimos más de 130 kilómetros desde Puerto Argentino hacia el oeste. Son enormes y majestuosas”, explicó.
En medio del recuerdo, la emoción y la geografía, también hubo espacio para un momento espiritual. Flores recordó que al asumir el papa Francisco, un grupo de excombatientes logró hacerle llegar una bendición especial para los caídos y sus compañeros. “Ya le habíamos pedido que rece por nosotros. Eso me vino a la mente justo cuando me preguntaron qué le diría al papa si me lo cruzara”, contó.
Finalmente, Flores anunció que se está organizando un nuevo viaje para octubre, ante la larga lista de espera de veteranos que aún sueñan con volver. “Nos alivia el alma y nos devuelve algo de paz”, cerró.