El entrenador de San Martín dio un panorama de cómo está entrenando su equipo y hablo de las posibilidades que tendrán –sobre todo- los juveniles, en la primera parte de la temporada ante la ausencia de dos valores importantes como Machuca y Basualdo. Explicó cómo se dio la llegada de Saiz y los objetivos para esta parte del año.

En dialogo con La Red Deportiva (La Red Corrientes 107.1 MHZ), Diego Vadell confesó que a los jugadores “los encontramos bien, se han presentado en muy buenas condiciones físicas. Estamos tratando de mejorarlas un poco y empezar a coordinar algo en campo para poder recordar cómo es una cancha, jugar 5 contra 5 y tener oposición”, en clara alusión a la falta de partidos de los jugadores por la Pandemia.

Luego contó cómo se dio la llegada de Javier Saiz, tras tantos años en Regatas. El coach expresó que “como toda negociación, el que tiene éxito es porque logró juntar los mayores deseos del jugador, y reunir las condiciones que el jugador estaba buscando. Creo que pensamos muy bien la propuesta y pegamos en el lugar donde el jugador deseaba”, sentenció.

“Hemos hablado con Javier, el rol que le vamos a dar es el de jugador importante. Tenemos una idea de no tener 4 jugadores interiores mayores sino 3, que son Basualdo, Acevedo y Saiz. Le ofrecimos casi un rol protagónico para que pueda ser en San Martín una responsabilidad mayor, que sea uno de los que nos tire y nos empuje todos los días”, puntualizó.

Sobre la conformación del equipo, explicó que tiene 7 mayores y que habrá una ficha libre que podrá ser utilizada o no en el futuro, de acuerdo a cómo le vaya al equipo en la competencia. “Siempre dejamos esa ventana, pero con total consciencia que lo hacemos para el futuro”, mencionó.

También Vadell dijo que “en la primera parte del torneo se les abren las puertas a todos”, cuando habló de los juveniles, sobre todo teniendo en cuenta que dos de sus mayores se sumarán en el final de año como Jonathan Machuca y Basualdo.

Por otra parte, dejó en claro que “apunto siempre a lo mismo en el arranque: tenemos que poner todas nuestras energías en intentar ser un equipo; mejorar individualmente en poner esas singularidades que tiene cada jugador al servicio del equipo; y todos los días pensar en que somos un grupo que se tiene que transformar en un equipo para poder resolver los problemas que propone el rival”.

Es que “cuando se empiece a acercar el inicio del torneo intentaremos ser mejor que el rival pero hoy nuestro camino está iniciando y nuestra cabeza está puesta en la construcción de cada minuto que el equipo juega. Estamos gastándonos en la parte física y cognitiva”.