El defensor correntino adelantó que está a la espera de “una conversación” para extender su préstamo en el ‘Decano’ tucumano y así mantenerse en la órbita de la Liga Profesional. Además, contó la experiencia de sus compañeros que no pueden entrenar, habló de la decisión de AFA y hasta de las declaraciones de Marcelo Gallardo.

En unos días vence su contrato con Atlético Tucumán, el 30 de junio, pero Marcelo Ortiz es optimista en poder renovar el vínculo con el equipo de Ricardo Zielinski. Mientras tanto, en Corrientes busca una puesta a punto “en doble turno” y esta tarde dialogó con La Red Deportiva (La Red Corrientes 107.1 MHZ).

“Estamos en la espera pero hay una conversación, buena predisposición de las dos partes, así que estamos hablando. Seguramente hoy, mañana o en los primeros días de la semana que viene se va a resolver algo”, dijo el jugador que pertenece a Boca Unidos con optimismo.

Respecto al nuevo vínculo, explicó que “en un principio Atlético tenía la opción de compra pero ahora se llegó a un acuerdo para extender el préstamo, con cargo a favor de Boca Unidos. Ahí está parte de la negociación que tendrían que arreglar los clubes y después tendría que arreglar yo”.

Desde aquel fallido partido de la primera fecha de la Copa de la Superliga que nunca se jugó ante River se vino a la Provincia “porque sabíamos que se iba a parar completamente el fútbol, que iba a ser largo, y decidí venirme a Corrientes”.

A la hora de hablar del entrenamiento en tiempos de Pandemia, Ortiz recordó que “primero empezamos por Zoom con rutinas virtuales; después tuvimos un par de semanas de receso por la terminación del torneo. Volvimos a entrenar hace una semana y media, y ahora trato de ir a un gimnasio dos o tres veces por semanas para hacer una especie de doble turno, tratar de ir haciendo un entrenamiento más real”.

En cuanto a los compañeros del plantel “la mayoría son de Buenos Aires, hay jugadores que hace 3 meses que están completamente encerrados, entrenando en la casa”, agregó.

Marcelo Gallardo ‘movió el avispero’ la semana anterior con sus declaraciones que pusieron en movimiento a la AFA que –recién esta semana- empezó a manejar un protocolo que está a la espera de su aprobación.

Al respecto, Ortiz manifestó “algo escuché: ciertas cosas comparto y otras no. Si uno se pone del lado del futbolista, tanto tiempo parado, las ansias y el fastidio, obviamente que tengo las ganas de volver a entrenar de una cierta forma, con todos los cuidados, pero es un tema también delicado con muchas complicaciones en el medio, no solo futbolísticas sino también a nivel social”.

Además, “uno habla de primera división y la realidad desde la segunda categoría para abajo es completamente diferente, se hace muy complicado volver a entrenar, y más en la situación en la que los números se están yendo para arriba. Se hace bastante delicado”.

También respondió sobre la postura de AFA en relación a la prohibición de entrenar para todos los equipos que están bajo su órbita hasta que el país entero esté en fase 4 o 5. Sobre esto, el defensor dijo que “si tengo que ser egoísta: la decisión no la comparto, pero es entendible por la situación del país. No sé si es una ventaja o no, va a depender de cuándo se reinicie el torneo, si habrá un torneo o no. También es cierto lo que salió a decir el técnico de River que un deportista no puede estar tanto tiempo parado, uno trabajo con el cuerpo, y la vuelta se va a hacer costosa”.

“Parece bastante raro que haya algo por detrás o no, que se tarde tanto para presentar un protocolo o por lo menos poner una iniciativa para que vuelva el fútbol. A muchos jugadores le jugó una mala pasada todo esto y algunos dirigentes hablan de negociar los contratos, poner excusas y tapar los errores, algunas cosas que hicieron mal en este tiempo, con el tema de la Pandemia”, señaló sobre la tardía reacción de los que manejan el fútbol del país desde el edificio de calle Viamonte.

Luego hizo un repaso de su carrera desde su arribo a la primera división donde también supo jugar en Rosario Central (ganó la Copa Argentina): “el balance fue de menor a mayor. Salí de Boca Unidos, llegué a Rosario y tuve una lesión complicada que me agarró todo el primer año. Me costó volver a mi nivel. Me fui a Tucumán con una sed de revancha, que sentía que podía ganarme un lugar. Me tocó jugar de lateral, jugué pocos de marcador central, y creo terminé haciendo un buen papel en una posición que no es lo natural. Si tengo la posibilidad de seguir, siento que –si puedo tener minutos en mi posición natural- puedo ser más importante para el equipo”.

En el final recordó el partido ante River Plate que no se jugó, en el que los jugadores tuvieron que viajar y recién la noche anterior anunciaron que no se iba a jugar, “tampoco llamaron para avisar. Estuvimos dos días expuestos en el hotel y luego en el aeropuerto”.