En comunicación con radio La Red Corrientes 107.1, en Abierto a la Tarde, Andrés Romero, más conocido como el Payaso “Panchin”, habló acerca de su comienzo como payaso animando las fiestas infantiles, en el marco del Día Mundial del Payaso, que fue recordado el pasado 5 de noviembre,  en honor al nacimiento del famoso payaso español Emilio Alberto Aragón, ocurrido en el año 1939 y más conocido mundialmente como Miliki.

“Empezamos a actuar en los barrios más humildes, en parroquias, todos me decían que  yo tenía un don, una atracción hacia los chicos, yo después conocí a un amigo en la iglesia que tiene un poquito más  de chispa, es el Chingui y allí comenzamos con el duo. Veíamos que teníamos éxito y empezamos a cobrar una diferencia para los fines de semana,. Debutamos en el cumpleaños del hijo de Pocho Romero Ferias, José, teníamos mucho trabajo, ya han pasado 40 años trabajando como payaso”, recordó.

“Este trabajo de ser payaso me dio muchas satisfacciones, muchas alegrías, muchísimos recuerdos de nenas que tenían 2 años y hoy tienen más de 30, se acercan y me abrazaban. Son miles de anécdotas”, manifestó.

“No es fácil hacer reír a un niño,  no es porque te maquillas los chicos se van a reír, tenes que tener argumentos, con mi compañero recorrimos Chaco y Corrientes, todo su interior, con el Gobierno de Corrientes trabajamos todos los años en todos los eventos de los barrios humildes. Este año no lo pudimos hacer por el coronavirus”, precisó.

“Comenzamos mirando por la tele  los dibujos y  practicábamos pintándonos con las pinturas que nos comprábamos: crema blanca, delineadores y maquillaje para chicas fue lo que más comprábamos”, rememoró.

Consultado acerca de si tenía algún libreto para seguir en sus presentaciones, dijo “la mayoría de las veces nace en el momento el libreto, algunas cosas practicamos en algunos cumpleaños, algún sketch, primero le saludamos a los chicos, a la del cumpleaños, pero después es pura improvisación”.

Acerca de sus trajes y como los confecciona, agradeció poder tener una esposa modista, que se las ingenia con rasos y tafetas, los diseños más locos y divertidos. “Si hay ropa muy colorida nos ponemos y compramos las narices, los sombreros, etc.”, dijo.

En cuanto a los zapatos, confeso haber perdido uno de los zapatos más grandes que tenía, característicos de los payasos, entonces en este momento usan solo zapatillas grandes.”. Hay niños que le tienen miedo a los payasos, es por eso que fuimos mutando,  primero aparecíamos con peluca y mucho maquillaje, después vimos que a ellos le asustaba, fuimos sacando peluca y maquillaje. Siempre veíamos lo que a ellos le molestaba o asustaba”, contó.

Panchin piensa retirarse a los 45 años de trabajo como payaso, al igual que su compañero de locuras. Aunque la pandemia mermó los festejos de cumpleaños, tienen la ilusión de volver a hacer reír a grandes y chicos. “Gracias a Dios siempre tuvimos buena repercusión en todos lados”.