El dato se desprende de un estudio realizado por estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNNE, para demostrar el impacto del período de aislamiento social a niveles psíquicos y físicos. En “Abierto a la Tarde” de radio La Red Corrientes 107.1, Teresita Lotero y Diego Romero dialogaron con los estudiantes Damian Roggensack y Lucas Gamarra, quienes realizaron el estudio , en el marco de la edición 2020 del Congreso Científico Argentino de Estudiantes de Medicina (Cocaem). 

Los estudiantes comentaron que el presente estudio nació movilizado por las constantes publicaciones en redes sociales acerca de la temática. En este estudio se refleja que más del 60% de los encuestados en Corrientes manifestaron algún grado de trastornos en la alimentación, pérdida de interés por sus actividades cotidianas y fatiga.

Los jóvenes investigadores explicaron que buscaron rasgos depresivos en las personas de Corrientes que estaban pasando por el aislamiento social preventivo y obligatorio y con esos datos idearon una encuesta múltiple choice, acotada y fácil de responder. Se preguntó a un universo de 384 personas que viven en la provincia de Corrientes.

“Los evaluamos con un cuestionario de Beck. La muestra es representativa estadísticamente, 384 personas fueron encuestadas”, comentaron y afirmaron que ” la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que para el 2031 la principal causa de muerte será la depresión, Los distintos grados de depresión se manifestaron con la disminución de las actividades sociales”.

“El aumento de síntomas de depresión viene por las alteraciones en la vida diaria, como ser en la actividad física, en los estudios o el trabajo y en las relaciones afectivas que se vieron modificados en cuarentena”, explicaron tras ser consultados acerca de si la depresión comenzó con la cuarentena en las personas y solo se agudizo un cuadro que venia anteriormente a la pandemia.

Los estudiantes también resaltaron que la depresión incide en la formación de enfermedades autoinmunes, padecimientos cardiovasculares, obesidad, infartos agudos, entre otros. “Al ser una patología requiere un tratamiento y un acompañamiento”, insistieron y destacaron que el presente estudio sirve para alertar a especialistas sobre un fenómeno que se va a ir agudizando con el pasar del tiempo.

“Los distintos grados de depresión se manifestaron con la disminución de las actividades sociales”, aseveraron.

Los trastornos en los ritmos de descanso también presentaron números alarmantes. El 52% durmió más y el 25% durmió menos. Por lo que el estudio indica que el aislamiento afectó el patrón de sueño del 77% de las personas. 

“Es importante atender a la cadena de consecuencias, porque la depresión puede conllevar a problemáticas como la obesidad, la diabetes y la hipertensión si no se trata para mejorar la patología de los pacientes”, manifestaron.

A su vez, el  66% tuvo problemas de concentración durante sus actividades y el 66% fatiga y cansancio físico y mental durante el período de aislamiento.

Por otra parte, el 65% manifestó tener menos energía y el 42% sufrió mayor tensión y ansiedad ante la situación de encierro. 

El 60% de los encuestados precisó haber atravesado una pérdida de interés por sus ocupaciones, siendo el desgano el rasgo más importante dentro de la depresión.

El 21% se sentía mucho más triste. El pesimismo, la sensación de que no hay futuro e incertidumbre fue percibida por el 40%, que se encontraba más desalentado sobre el futuro de lo que estaba antes de la pandemia.

Otro dato que destacaron es que el 19% de los encuestados tuvo pensamientos suicidas. “Es un índice alarmante y conocerlo permitiría tomar acciones para acompañar”, manifestaron.

En este sentido, recordaron que la línea 135 corresponde al Centro de Asistencia al Suicida. La misma es gratuita y pueden comunicarse quienes necesiten acompañamiento.

Los investigadores hicieron hincapié en que hay mucha estigmatización alrededor de la depresión, que es importante combatir para que quienes lo requieran puedan solicitar asistencia.

También alertaron que el mayor porcentaje de población que puede tener depresión media o leve se encuentra entre los 19 y 40 años. Contrario a lo que se cree, los mas jóvenes fueron los que vieron afectado su ritmo de vida contrario a la idea de que los adultos mayores fueron los mas afectados por la depresión. ” Esto es porque los jóvenes tienen mayores actividades sociales y profesionales, como el trabajo, deporte, club, reuniones con amigos, compañeros de facultad, etc. Al cancelarse todas estas actividades fue fuerte el cambio que sufrieron. En cambio los adultos mayores, ya venían viviendo tranquilamente, con una serie de actividades dentro de sus casas”, explicaron.