El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que Argentina pidió un crédito“stand by de acceso excepcional”, una categoría específica de asistencia que aún no había trascendido.

 

La información surgió de un comunicado de la entidad que contiene además una declaración de su presidenta Christine Lagarde.

 

El comunicado y la declaración de Lagarde mantienen los cuidadosos términos de las declaraciones del FMI referidas a la Argentina, recalcando lo que se viene diciendo en las últimas horas “se trata del programa económico de Argentina integralmente concebido por el presidente Macri y su gobierno”; traducido significa que no hay condicionamientos de parte del Fondo.
 

Los “acuerdos de derecho de giro”, más conocidos como Stand by, son las herramientas de asistencia más comunes que otorga el Fondo. Dentro de esta categoría hay cinco tipos diferentes de herramientas: acceso normal, excepcional, con mayores desembolsos iniciales, rápido y precautorio.

 

Argentina ha optado por el de acceso excepcional, que se define como una opción en la que se “puede prestar fondos por encima de los límites normales según cada caso en el marco de su política de acceso excepcional, que implica un análisis más riguroso por parte del Directorio Ejecutivo del organismo”.

 

El acuerdo de acceso excepcional implica financiamiento anual por encima del 145 por ciento de la cuota del país solicitante o un acumulado total mayor al 435 por ciento de la “cuota” del país.

 

Cada “cuota” se mide por “Derechos especiales de giro”, la unidad de medida interna del FMI. Argentina tiene una cuota de 3.187,3 millones y cada una de elloscotiza aproximadamente a 1,40 dólares. 

 

El monto de la asistencia se calcula en función de la “cuota” que tiene Argentina en el organismo, que asciende aproximadamente en 4.500 millones de dólares.

 

Entonces el acceso excepcional implicaría un préstamo total por un mínimo cercano a los 20 mil millones de dólares o un financiamiento de al menos 6.566,9 millones de dólares al año.