El capitán y goleador del club continuará su carrera en Fortaleza de Brasil a través de un préstamo con cargo y opción de compra. Su idea es renovar en Avellaneda antes de partir la semana que viene.

Es la nota de la jornada. Silvio Romero habló por primera vez en Independiente después de la confirmación de su salida a Fortaleza de Brasil, a través de un préstamo con cargo y opción de compra. Una buena: su idea es renovar en Avellaneda antes de partir la semana que viene para que el Rojo no se quede con las manos vacías dentro de dos años.

“Se dieron las circunstancias, ya veníamos de cuatro años con un desgaste un poco mayor a lo normal. Y familiarmente lo necesitaba, todos saben los problemas que acarreamos. Llegó esta oportunidad y nos pusimos de acuerdo. Fue más una decisión mía que de la dirigencia o del cuerpo técnico o de Daniel Motenegro, quien quería que me quedara. Pero yo les expliqué mi situación extrafutbolística”, contó Romero.

Y agregó: “No fue tanto lo económico porque eso se fue acomodando bien, mal o regular. Siempre el club trató de cumplir, entendiendo que hay una pandemia de por medio. Fueron cosas del día a día que esperemos que se mejoren con la llegada del Rolfi (Montenegro). Por ahí son cuestiones simples que a la larga se hacen más complejas si no se las atiende”.

En cuanto a sus charlas con Eduardo Domínguez, quien trato de convencerlo para que se quedara, Romero explicó: “Yo como sostén y cabeza de familia necesitaba otra cosa y lo entendió, a tal punto que me ayudó para que se dieran las cosas. Ya no tenía las energías para lo que se venía como para afrontar un año siendo capitán. Creo que el grupo se merece a alguien al 100 por ciento en lo mental. Después, el rendimiento deportivo lo va a tener porque hay grandísimos jugadores. Bienvenido sea que otro compañero pueda llegar y hacerlo mejor que yo”.