Quienes siguen de cerca al país insisten en que el Gobierno pagó muy caro el "pecado original" del cambio de metas de inflación y, luego, el recorte en la tasa interés del Banco Central en enero. Por lo bajo, despuntan críticas a la "mala praxis" del equipo de Federico Sturzenegger para tratar de contener la corrida y torcerle el brazo al mercado. "La corrieron de atrás", graficó un economista en Washington.

Los bancos respaldaron. Goldman Sachs -que había pedido una señal fiscal- dijo que la doble ofensiva había mostrado "pasos en la dirección correcta". UBS destacó la "fuerte respuesta coordinada". Credit Suisse dijo que el Central y el Palacio de Hacienda habían tomado una "postura más agresiva" y que, cuando menos, era una "buena señal". Y Barclays consideró que el anuncio fue "positivo".

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Así y todo, la crisis ya dejó una marca. La fuerte devaluación del peso terminó por aniquilar la poca credibilidad que le quedaba a la meta de inflación del 15%, y se palpan serias dudas respecto de quién está detrás del panel de control de la economía. Esa duda quedó plasmada en una de las preguntas que le hicieron al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne , quien, al responder, insistió en que había "un equipo" y que la coordinación funcionaba bien. Aquí no parecen comprar ese mensaje.

"Creemos que el banco central debería restarle importancia al objetivo de inflación del 15% para 2018", escribió Alberto Ramos, en una nota de Goldman Sachs. "Ahora es menos creíble como un objetivo y un ancla nominal para la economía de lo que era antes del reciente movimiento cambiario", agregó.Ramos consideró que el panorama aún es "muy desafiante", y afirmó que "no existe garantía" de que las medidas anunciadas serán suficientes para calmar al mercado.

"No parece ser que la presión en el mercado haya disminuido, por lo que no creemos que estamos en el fondo aún", coincidió un informe del banco Credit Suisse, que no descartó "un mayor debilitamiento" del mercado de cambios y tasas de interés aún más altas.

Un análisis similar ofreció el banco UBS: "Estas medidas parecen lo suficientemente fuertes como para aliviar la presión sobre los activos argentinos, pero solo si el entorno externo coopera en el futuro", indicó.

El consenso recogido entre los analistas sugiere que si el alza que mostraron los rendimientos de los bonos del Tesoro en Estados Unidos persiste, el escenario será un más difícil de controlar para el oficialismo.

"Creemos que las medidas tomadas hoy por el Banco Central, en conjunto con el anuncio del cambio de target fiscal podrían finalmente estabilizar el tipo de cambio por un tiempo", indicó Pilar Tavella, economista de Barclays para la Argentina. "El anuncio fiscal es positivo. Consolida la expectativa que teníamos de que el gobierno estaba en condiciones de sobrecumplir la meta original y pone un límite a la tentación que pudiera surgir de gastar los recursos que se estuvieran ahorrando por sobre la meta", agregó.