Fuentes policiales indicaron que se trató de elementos que no habían sido estudiados en anteriores pesquisas.

La Policía Federal retiró este jueves, 27 de diciembre, por una noche unos 33 cuadros y otras obras de arte del departamento que tiene la ex presidenta Cristina Kirchner en el barrio porteño de Recoleta.

La orden fue dictada por el juez Claudio Bonadío en el marco de la causa que investiga presuntos sobornos en la obra pública. El breve procedimiento terminó a las 22:20 aproximadamente, y consistió en retirar elementos que no se habían llevado en los operativos realizados en agosto pasado de ese domicilio -situado entre las calles Juncal y Uruguay- y formarán parte de la investigación por la megacausa de los “Cuadernos de las coimas”. Por orden de Bonadio, el 23 de agosto se realizaron dos allanamientos, uno en el apartamento de la senadora en Recoleta y otro en la casa familiar en Río Gallegos.

La inspección en el primer departamento duró 13 horas e incluyó la revisión de paredes, techos, pisos, cuadros y artesanías. Días después, el abogado defensor de la expresidenta, Carlos Beraldi, difundió un comunicado en el que ella hizo un extenso descargo sobre los allanamientos realizados en los domicilios.

En aquella ocasión, la PFA utilizó en las tres inspecciones perros y equipos tecnológicos para rastrear dinero; además, se analizaron todos los espacios para constatar si los testimonios de varios imputados eran ciertos y también se pidieron los planos de la propiedad. En ninguna de las dos inspecciones se encontró dinero ni objetos de valor y ninguno de los inmuebles estaba ocupado.

Los allanamientos fueron aprobados el 22 de agosto pasado por unanimidad en el Senado y la propia Cristina, presente en Cámara, votó a favor de la decisión. En esa ocasión, la expresidenta defendió su inocencia y aseguró que la causa judicial es un montaje político para perjudicarla y ocultar actos de corrupción del actual Gobierno, así como las difíciles condiciones económicas que atraviesa el país.

También en agosto, el abogado dijo que la exmandataria decidió no volver a su apartamento en calle Uruguay en Buenos Aires hasta tanto esté garantizado que es seguro vivir allí, debido a que personal de limpieza que concurrió sintió mareos, picazón en la garganta y los ojos y dificultades para respirar. Unos días atrás, el fiscal de la causa, Carlos Stornelli, habló de la posibilidad de que el dinero de las coimas, que ascendería a 200 millones de dólares, exista “en propiedades, en negocios, en estancias, en testaferros millonarios, en cuentas, en giros” y en “numerosísimas cosas más”. “Creo que hay un mito instalado de una cueva en alguna parte con los lingotes”, dijo en una entrevista. “Hay mucho detectado y que no se ha podido recuperar, pero si están los rastros”. “Es una investigación donde el botín es inmenso, no está en un solo lugar”, aseguró Stornelli.

Fuente www.perfil.com